La braquioplastía es un procedimiento quirúrgico diseñado para eliminar el exceso de piel y grasa acumulada en los brazos, mejorando su apariencia y funcionalidad. Aunque es más común en mujeres, también puede ser una preocupación para los hombres. Dependiendo del diagnóstico, la cirugía puede requerir incisiones mínimas o la resección completa del exceso de piel.
¿Quiénes son candidatos?
Este procedimiento está indicado para personas que presentan flacidez en los brazos debido a la pérdida de peso, el envejecimiento o factores genéticos. Si a pesar del ejercicio el exceso de piel o grasa persiste, la braquioplastía puede ser la mejor opción.
Beneficios de la braquioplastía
– Mejora la apariencia estética de los brazos
– Recupera la firmeza y definición de la piel
– Aumenta la comodidad al vestir ropa ajustada o sin mangas
– En casos avanzados, mejora la movilidad al eliminar el exceso de piel que limita el movimiento
¿Cómo es el procedimiento?
La cirugía se realiza en quirófano bajo anestesia para garantizar la seguridad del paciente, ya que en esta área pasan múltiples estructuras vitales. Puede realizarse sola o en combinación con otros procedimientos para lograr un resultado más armonioso.
Dependiendo del grado de flacidez y acumulación de grasa, se pueden realizar incisiones mínimas o una resección más extensa de piel para garantizar un resultado óptimo.
¿Cuándo considerar una braquioplastía?
Si tienes exceso de piel, grasa o ambos en los brazos que no han mejorado con ejercicio, esta cirugía es una opción efectiva para lograr brazos más tonificados y estilizados.
¿Qué debo hacer antes del procedimiento?
Es fundamental acudir a una valoración con un **cirujano plástico certificado**. Evita tratamientos no aprobados en spas o clínicas sin certificación sanitaria, ya que pueden poner en riesgo tu salud. La braquioplastía es un procedimiento quirúrgico que debe ser realizado por un especialista en un entorno seguro.
¿Cómo es la recuperación?
Después de la cirugía, se recomienda **guardar cierto reposo**, aunque no es necesario un reposo absoluto. Es importante evitar actividades como manejar, cocinar o cargar objetos pesados durante los primeros días.
Se utilizarán **mangas de compresión** para ayudar a la adaptación de los tejidos y reducir la inflamación. Además, se recomienda complementar la recuperación con **terapia de drenaje linfático**.
La mayoría de los pacientes pueden reincorporarse gradualmente a sus actividades en un periodo de **7 a 10 días**.
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